jueves, 20 de setiembre de 2007

Twilight Zone

Mi hermana melliza, quien es psicóloga de profesión, me contó alguna vez que uno nunca se queda dormido de golpe, sino que se atraviesa por varias etapas antes de empezar a roncar y a perder el peinado. En otras palabras, nuestra conciencia (entre otros ítems) no pasa directamente del alterado estado de alerta al K.O. del sueño profundo. Existen fases, en donde no sólo nuestra actividad cerebral varía, sino que también la tonicidad de nuestros músculos, percepción de estímulos externos, etc. (ya estoy empezando a hablar como mi hermana). Me refiero a esa en la que sientes que estás “casi dormido”, estás soñando algo bacán, y en tu sueño tienes un sobresalto (te caes, te pegan, te ampayan) y te despiertas dando una patadita o estirando alguna extremidad de golpe. Sí, me refiero a esa vez en la que te quedaste semi dormido en el sofá de la casa de tu enamorada de tanto esperarla, cerraste los ojos un ratito en la clase, o te fuiste a dar una “pestañita” en el baño de la oficina (habla JCZR). Ese estado de semiconsciencia me parece de lo más divertido, porque si bien no estás con los dos pies en esta tierra, tampoco estás en los dominios de morfeo, por lo que todavía puedes pensar e interpretar la realidad (un poco). Estado crepuscular creo que le dicen...

Hace dos semanas me desperté un domingo por la mañana, luego de haber dormido poco y mal la noche anterior. Tuve que llevar a la novia (léase mi novia) al dentista a las 10:00 am. Luego de pasar por ella y llegar al consultorio, le dije que entrara sola, que yo la esperaría en el auto para recuperar algo de sueño (en algún post anterior creo que comenté que en mi auto tengo un “kit” del sueño, consistente en una almohadita, un antifaz, y una mantita). A pesar de lo cansado y equipado que estaba, sabía que no podía quedarme dormido profundamente porque tenía que abrirle la puerta del auto a la novia cuando ella saliera del consultorio. Esa “responsabilidad” hizo que apenas me quedara dormido, soñara que la novia salía del consultorio y me tocaba la ventanilla. Dos veces me levanté de golpe inclinándome torpemente hacia el asiento del copiloto, para darme cuenta que no había nadie. Habiendo sido burlado por mi propio subconsciente dos veces, a la tercera pude retomar el control. Nuevamente soñé que la novia salía del consultorio y me tocaba la ventanilla, pero inmediatamente miré a mi alrededor y noté que estaba de noche, y que la fachada del consultorio era un castillo medieval con una catarata de espuma en la parte superior. “Ajá, te cagué maldito subconsciente, aún estoy soñando…” Y me quedé sonriendo mientras la imagen de la novia se transformaba en una sombra borrosa. Luego prendí el motor del auto(dentro del sueño), y me fui a pasear pensando: "Hasta que la novia salga de verdad del consultorio y me despierte, tengo algún tiempo para explorar este sueño loco". ¿Que caña no?